MINIBIO
Mi camino en la coctelería comienza hace unos cinco años, cuando me encontraba estudiando Diseño Gráfico en la facultad. En ese entonces vivía en Zona Oeste (soy de Morón), y me encontraba en una etapa en la que salía a bailar con mi grupo de amigas todos los fines de semana y la mayoría no tomábamos nada de buena calidad. Así que un día, se me ocurrió buscar en Internet acerca de bebidas alcohólicas (siempre fui un tanto inquieta) , y encuentro que había varios cursos para ser "Barman". Se acercaba Enero, y sin la facultad, decidí comenzar uno de esos cursos a modo de intriga. Me gustó mucho lo que aprendí, y me di cuenta de lo poco que sabían todos (al menos en Zona Oeste) acerca de las bebidas alcohólicas, así que me quise interiorizar. Armé un lindo curriculum, y los dejé en los pocos lugares que conocía en CABA con el fin de contar con una plata extra para pagar mi universidad.
Así entré a Niceto Club, mi primer trabajo en el rubro, donde literalmente aprendí a hacer caipiroskas, negronis, cuba libre, y a trabajar con rapidez. Un día llegue a "Verne" de mano de un cantinero del Oeste y conocí Fede Cuco, y literalmente creo que lo volví loco para que me enseñe coctelería. Tuve suerte y entré como pasante en su bar, lo cual fue un impulso muy grande para llegar a donde estoy hoy. Continué mi camino en RF (barras móviles), conocí lugares espectaculares, y me divertí mucho con Ramiro Ferreri y su equipo de trabajo, pero al terminar la facultad, Seba Garcia me ofreció un puesto de trabajo fijo en la barra de Singapur Lounge Bar, y sin dudarlo, decidí dedicarme completamente a la gastronomía. Fue una gran escuela para mí, Seba me enseñó muchísimas cosas con respecto a la barra, la estética y el cliente. Y además, Nicolás (encargado en Singapur) del cual fue admirable su trabajo como encargado, me hizo ver la importancia de la calidad humana en un equipo de trabajo.
Seguí trabajando como diseñadora gráfica freelance, encontré mucho en común con la coctelería, me entusiasmé con el diseño de cartas para bares, o tarjetas personales para bartenders, pero entendí que me apasionaba el mundo de la barra y el servicio. Y más aún, cuando este trabajo me dio cosas super importantes, como es el irte a vivir sola. Realmente amaba mi trabajo, me divertía, y día a día estaba agradecida por que me brindara tantos logros.
Mi camino siguió en Boticario, un excelente lugar que me dio muchísimo, y donde trabajé con Picca, persona que admiro profesionalmente y que considero mi inspiración hoy en día. Gracias a ella descubrí lo que implica el "SERVICIO" con todas las letras, y lo que implica el salir un poco de la barra. Pasé por la barra de Suspiria como encargada hasta que cerró sus puertas. Me encantan todas las facetas de esto que llamo "trabajo".
LADO B
Mi proyecto alternativo es como diseñadora freelance, preferentemente en todo lo relacionado a la gastronomía. Mi novio tiene una empresa de Serigrafía por lo que estamos pensando en alguna marca propia asociada a indumentaria e insumos para gastronómicos.
Fuera de eso, estoy muy interesada en el café (disfruto tomarlo) y trato de meterme en el mundo del vino. Con cursos iniciales en CAVE hechos, pretendo iniciar mi carrera como sommelier próximamente.